Esos pensamientos que nos abordan súbitamente, nos sorprenden, nos quitan el aire. Pensamientos que tratamos por todos los medios de evitar pero que, al fin de cuentas, nos ganan la batalla y todas las guerras contra el olvido. Olvidos momentáneos,
Caminamos por el llano, la pendiente y el precipicio, anárquicamente a través de los años de los días de las horas de nuestras vidas. Somos aves, reptiles y amebas adaptándonos a un mundo que no nos pertenece y que creemos
Quería encontrarte para leerte Quería leerte para conocerte Quería conocerte para… Me transporto hacia una realidad paralela, las palabras se desordenan y ordenan en un sinfín de vueltas alocadas y nada parece tener sentido. Todo es una gran montaña rusa…
Observar. Interpretar. Reflexionar acerca del mundo a nuestro alrededor. Mirar a los ojos. Hablar con el silencio. Encontrarse en sueños. Soñar imposibles. Cerrar los ojos. Ver con las manos. Amarnos.
El frasco de las moneditas está ahí, transparente, lleno, con su tapa plateada bien sellada. Lo miro todas las mañanas y le hablo. Le pregunto cómo está. Siempre me contesta con silencios y me enojo. Él, tan lleno de moneditas
Mes 10, o diez, o X. De la metamorfosis de la naturaleza al sol naciente temprano. Del helado por el chocolate y el agua fresca por el té. El de los planes y proyectos, el de la retrospección y proyección.
Pensar, sentir, amar. Escuchar el silencio de su ausencia. Ver la oscuridad de su presencia. Tocar sus manos olvidadas. Sentir sus besos muertos.
Momentos de reflexionar. Pensar y analizar. Preguntarnos las respuestas. Escuchar el silencio gritando en susurros. Leer el prólogo cien veces. Apilar frases de canciones, cantar versos antiguos. Hoy es momento de verme pensar.
Quemaba el recuerdo en su piel ya lastimada. Las llagas ardían como mil bocanadas de fuego. Sentía su cuerpo consumirse rápidamente, en instantes eternos de dolor. Llevaba sus marcas en la piel, como quién quiere llevar consigo la insignia a
Se vieron en el espejo y se amaron. Era simple y sencillo. El silencio siempre fue protagonista de la historia más triste. Eran, eternos e indisolubles, una sola alma, errante y errada. Caminaron por mil veredas rotas. Se mojaron con